Hernia discal: cómo se produce y cómo empezar a curarla sin cirugía
La hernia discal no aparece por casualidad ni solo "por mala suerte". Suele surgir en el punto de la columna que más se mueve, porque el resto de vértebras están bloqueadas. Esa zona asume todo el trabajo hasta que el disco se rompe. Tu cuerpo intenta repararlo creando un "parche", pero si sigues moviéndote igual, el problema se repite, incluso después de operar. En este artículo entenderás cómo se produce una hernia discal, por qué puede volver a romperse, qué papel tiene el sistema inmune y por qué la clave real está en tu biomecánica y en el entrenamiento específico, no solo en el reposo ni en la cirugía.
¿Qué es realmente una hernia discal y por qué aparece?
Una hernia discal no es algo que aparece "de la nada" ni por un solo movimiento desafortunado. Para entenderlo, primero hay que mirar la columna como un todo. Si quieres saber cómo curar una hernia discal sin cirugía paso a paso, primero necesitas entender por qué se produce.
Tu columna se compone de 24 cuerpos vertebrales:
- 7 cervicales
- 12 dorsales
- 5 lumbares
Aunque tenga curvas diferentes, la columna funciona como una única unidad. Cada vértebra:
- Flexiona
- Extiende
- Flexiona lateralmente
- Rota
La diferencia entre una zona y otra (cervical, dorsal, lumbar) está en cuántos grados puede moverse, pero los movimientos son los mismos.
La columna como una unidad, no como "trocitos sueltos"
Cuando te agachas a ponerte los calcetines, a coger el cinturón del coche o a recoger algo del suelo, tú no vas pensando:
- "Ahora se mueve L4"
- "Ahora se bloquea T12"
Tú solo sabes que quieres llegar a ese objeto o a ese gesto. Pero, aunque no seas consciente, tu columna sí está tomando decisiones: si hay zonas bloqueadas, otras partes se mueven mucho más para compensar.
El papel de la movilidad y de los bloqueos
El problema aparece cuando muchas vértebras no se mueven como deberían. Entonces, hay una que:
- Asume más movilidad que el resto
- Compensa los bloqueos de las demás
- Soporta más carga en cada gesto cotidiano
Ese punto acaba siendo la zona en la que:
- El disco intervertebral sufre más
- Se rompe
- Y aparece la hernia discal
No es solo "porque te agachaste mal un día", sino por una repetición en el tiempo del mismo movimiento, con una columna que no articula en bloque, sino a base de compensaciones.
¿Por qué tu hernia discal apareció justo en ese punto?
Es una de las preguntas que más se repiten:
- "¿Por qué se ha roto ahí?"
- "¿Por qué a mí?"
- "¿Por qué en esa vértebra y no en otra?"
La explicación, según el enfoque del autor del vídeo, se resume en dos causas concretas.
Causa 1: la vértebra que más se mueve
La primera causa es que esa vértebra donde tienes la hernia es la que tenía más movilidad.
Mientras otras estaban parcialmente bloqueadas, esa:
- Se flexionaba y extendía más
- Rotaba más
- Compensaba a las que "no hacían su trabajo"
Cuanto más se mueve un segmento aislado, más sufre su disco.
Causa 2: la repetición del mismo movimiento en el tiempo
La segunda causa es la repetición en el tiempo.
Acciones diarias como:
- Agacharte a ponerte los zapatos
- Coger el bolso
- Ajustarte el cinturón del coche
repetidas una y otra vez con la misma mecánica corporal, hacen que ese punto:
- Acumule esfuerzo
- Su disco se desgaste y se rompa
- Aparezca la hernia discal en ese nivel concreto
Por eso, la respuesta a "¿por qué ahí y no en otro sitio?" es:
Porque ese segmento era el que más se movía y porque repetiste los mismos gestos con una columna que no se articulaba bien en todas sus vértebras.
Qué hace tu cuerpo cuando se rompe un disco
Aquí entra en juego tu sistema inmune. Seguro que has oído alguna vez:
- "La hernia se reabsorbe sola"
- "Con el tiempo el disco se regenera"
Y quizá te preguntes: "¿Y por qué la mía no?"
El sistema inmune como "tirita" interna
Tu sistema inmune sí intenta reparar la situación. Lo hace de varias formas:
- Intenta fijar la zona dañada
- Trata de dar más estabilidad a ese disco
- Intenta que la parte del disco que se ha salido no siga empujando hacia la médula
En ese proceso, tu cuerpo puede formar como una especie de "callo" alrededor del disco. Ese callo:
- Protege la zona
- Intenta rigidizar el segmento
- Evita que el disco siga saliéndose
Pero tiene un coste: al ir formando ese callo, el canal medular puede ir estrechándose, lo que muchas personas conocen como estenosis del canal medular.
Un parche, no una solución definitiva
Ese callo y esa reparación interna funcionan como una tirita:
- Ayuda
- Protege
- Pero no devuelve el disco a su estado original
Y, sobre todo, no cambia tu forma de moverte. Si sigues:
- Con los mismos bloqueos
- Con la misma mecánica
- Con los mismos gestos repetitivos
la columna volverá a cargar de más en el mismo punto.
Por qué el reposo no es suficiente para tu hernia discal
Puede que pienses que "quizá lo que falta es reposo", pero el problema no es solo tiempo de descanso. De hecho, una hernia discal puede reabsorberse sola sin cirugía, pero no solo con reposo.
Si la columna:
- Sigue teniendo bloqueos
- Sigue moviéndose igual que antes
- Sigue compensando en un solo segmento
entonces, aunque el disco se cicatrice, cuando vuelvas a moverte y a vivir tu vida diaria:
- Ese segmento volverá a sobrecargarse
- El disco puede romperse otra vez
- El dolor puede reaparecer
No se trata solo de darle "tiempo" al disco. Se trata de cambiar la forma en que se mueve tu columna.
Cirugía de hernia discal: qué resuelve y qué no
Ante la desesperación, muchas personas ven la cirugía como la forma de "acelerar los procesos de recuperación".
En la operación, en muchos casos:
- Se intenta eliminar la parte del disco que comprime
- Se puede realizar una fusión espinal
- Se fijan vértebras con sistemas rígidos (clavos, placas, etc.)
¿Qué consigue una fusión espinal?
La fusión busca:
- Evitar que ese segmento vuelva a romperse
- Hacer que esa zona se vuelva muy estable
- Convertir esa parte de la columna en el punto más fuerte
Pero aquí aparece la pregunta clave que plantea el autor:
¿En la operación han eliminado el bloqueo original que ocasionó tu hernia… o solo han dado más estabilidad a un segmento?
Si el bloqueo inicial sigue ahí, y tú sigues moviéndote igual:
- La vértebra fusionada ya no se moverá
- Pero otra vértebra tendrá que compensar
- El esfuerzo se trasladará a otro nivel, superior o inferior
Resultado posible: aparece otra hernia discal en otro nivel, porque alguien tiene que asumir ahora el movimiento que antes hacía la zona operada.
El mensaje del autor no es "no te operes nunca", sino:
Entender que la solución definitiva no está solo en la cirugía, sino en cómo te mueves y en entrenar para cambiar esa realidad.
La clave real: tu biomecánica y el entrenamiento
Una vez que la hernia está ahí, lo que de verdad importa ya no es tanto:
- Dónde exactamente está la hernia
- Cómo salió en la resonancia
- Qué vértebra concreta está afectada
Lo realmente importante ahora es tu biomecánica:
- Cómo se mueve tu columna en conjunto
- Dónde están los bloqueos
- Qué vértebras se mueven poco y cuáles demasiado
Por qué no basta con la resonancia
La resonancia magnética te dice:
- Dónde está la hernia
- Qué nivel tiene más degeneración
- Dónde hay más movilidad aparente
Pero no te dice:
- Dónde no se mueve tu columna
- Qué zonas están bloqueadas
- Qué patrones de movimiento te han llevado hasta ahí
Y justamente eso, según el autor, es lo que ha provocado que ese disco:
- Sufra más que los demás
- Termine rompiéndose
- Genere el dolor que tienes hoy
Entrenar sí cambia tu columna
Por eso, la propuesta es clara: la herramienta más potente para eliminar un dolor crónico de espalda es la fuerza y el entrenamiento específico.
Un buen entrenamiento debe:
- Eliminar bloqueos
- Dar estabilidad a la columna
- Repartir mejor la carga entre las vértebras
- Fortalecer tu cuerpo para soportar las tareas del día a día
Te hayas operado o no, siempre vas a necesitar entrenar. La diferencia está en:
- Hacer ejercicios sueltos "al azar"
- O seguir un programa con progresión, diseñado específicamente para tu columna
Ejercicios de movilidad de columna para empezar a desbloquear
En el vídeo original se proponen tres ejercicios orientados a:
- Ganar movilidad en la columna
- Detectar bloqueos
- Empezar a repartir mejor el movimiento
⚠️ Importante: estos ejercicios son una guía general. Si tienes dolor intenso o dudas, consulta siempre con un profesional sanitario antes de realizarlos.
Ejercicio 1: retroversión y anteversión de cadera en cuadrupedia
Posición de partida:
- De rodillas, manos debajo de los hombros
- Espalda plana
- Escápulas fijas, codos extendidos
Dos opciones:
Nivel avanzado
- Levantas ligeramente las rodillas del suelo
- Mantienes la espalda plana
- Haces retroversión y anteversión de cadera
- Sin mover el resto de la columna
- 8 repeticiones
Nivel básico
- Rodillas apoyadas en el suelo
- Mismo movimiento de sacar y esconder "culete"
- Sin redondear la espalda
- Sin empujar con los brazos hacia atrás
Objetivo: aprender a mover solo la cadera sin que la columna se deforme entera.
Ejercicio 2: movimiento ondulante en círculos con la columna
Es probablemente el más complejo a nivel de coordinación, pero muy liberador.
Idea general:
- Desde cuadrupedia, repartes el peso
- Te dejas caer con el peso hacia un lado
- Sacas "chepa"
- Te desplazas hacia el otro lado
- Todo en un movimiento continuo y circular
Se busca que la columna:
- Haga un movimiento tipo "serpiente"
- Se mueva en todos sus planos y ejes
- Participe tanto la zona lumbar como la dorsal
- El cuello se mantiene quieto
Indicaciones:
- 5 repeticiones hacia un lado
- 5 repeticiones hacia el otro
- Mantener escápulas activas y control del movimiento
La sensación al terminar suele ser de gran liberación y mayor movilidad.
Ejercicio 3: movilidad de cadera sin compensar con la zona lumbar
De nuevo en posición de cuadrupedia:
- Manos debajo de los hombros
- Rodillas en el suelo
Variante avanzada:
- Un pie avanza hasta llegar a la altura de la mano contraria
- Vuelves atrás
- Cambias de pierna
- Repetición alterna
Puntos clave:
- No busques "altura" elevando la zona lumbar
- No redondees en exceso la espalda
- Si no llegas con el pie tan adelante, haz un círculo más pequeño con la pierna
Variante adaptada:
- Haces pequeños círculos de cadera hacia un lado y hacia el otro
- Sin llegar tan adelante, pero manteniendo el control
Recomendación de volumen del circuito:
- 10 repeticiones de cada ejercicio
- 3 vueltas al circuito completo
El objetivo no es sufrir, sino enseñar a tu columna a moverse mejor y a repartir el esfuerzo.
El siguiente paso: programa y acompañamiento
El mensaje final del autor es claro: no se trata de hacer ejercicios sueltos de vez en cuando, sino de seguir una planificación con progresión.
Por eso, plantea un programa específico de espalda, pensado para:
- Personas con patologías de columna
- Gente con hernia discal, operada o no
- Personas que quieren evitar la operación
En ese tipo de programas se busca:
- Analizar dónde están tus bloqueos
- Entender la causa de tu hernia
- Detectar por qué sigues con dolor
- Diseñar un plan personalizado
Además, el autor menciona la realización de un evento gratuito de una semana de entrenamiento online, donde se trabaja fuerza y movilidad de forma guiada.
La idea de fondo que deja este enfoque es:
La herramienta más potente contra el dolor crónico de espalda es la fuerza. Fuerza y más fuerza, aplicada con criterio, progresión y buena biomecánica.
¿Quieres entender tu hernia discal?
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